Todo ejercicio profesional siempre se verá regulado por normas éticas, que dictan reglas establecidas con el fin de regular el ejercicio de dicha profesión, y la ingeniería de sistemas también tiene su propio código de conducta, reglas que establecen cómo se debe comportar un ingeniero en su profesión, para evitar abusos y otros problemas. Más adelante se establecerán algunas normas relevantes, pero no significa que las demás no tengan importancia, sino que consideramos que éstas hay que recalcarlas por su significado y lo que aporta a la deontología del ingeniero de sistemas.
Algunas cosas sobre la Conjetura de Collatz
Uno de los grandes problemas matemáticos planteados, es el conocido como la Conjetura de Collatz, cuyo enunciado es tan simple como:
"Para cualquier número entero positivo, se divide entre 2 si éste es par o se multiplica por 3 y se le suma 1 si éste es impar, aplicando las dos reglas anteriores sucesivamente con el resultado obtenido, siempre terminará en 1"
Y bien, sencilla las reglas, ¿pero por qué es tan importante?, porque no se ha encontrado un solo caso (ejemplo) en el cual esta afirmación no sea cierta, mucho menos se ha podido probar con todos los números ya que son infinitos.
La fantasía y la motivación en los planes
Si con el tema de que uno debe evitar crear fantasías y ligarse a ella porque si llega a perderla se va a sentir muy decepcionado, sale un mundo de cosas alrededor de eso mismo. Unas de las cosas malas al crearse una fantasía es ignorar la realidad o menospreciarla, con el riesgo de que se tomen malas decisiones con tal de hacer real la fantasía. No se está diciendo que tenerlas es malo, sino que hay que saber medirlas y tener en cuenta la realidad.
En la universidad sólo se consiguen compañeros
Aunque trame, es así, ya de que encontremos a alguien que se convierta en tu amigo es muy difícil, y mantener la relación lo es más. Todo comienza por el ambiente en el cual se está, es una universidad donde muchas veces se piensa más en hacer algo con alguien, como apoyo, o solo. Me explico, si uno se pone a confiar muchos en las amistades pronto se dará cuenta que muchas le fallan, entonces es más fácil hacer las cosas solo, y de forma autónoma. De hecho, mi universidad promueve el ser autónomo, irónicamente motivan el trabajo en equipo. No estoy en contra del trabajo en equipo, pero si se debe tener cuidad cuando se hace, elegir muy bien a las personas con las cuales uno va a trabajar y no confiarse tanto en que son «Amigos».
Dilema al momento de compartir conocimiento
Están los que no tiene nada que compartir y los que sí, no más. Con respecto a los que comparten, tiene una motivación, algo que los impulsa a hacerlo y dejando de lado el dinero (y la comida), encontramos que muchas veces nos motivamos por el sólo hecho de querer compartir algo. Si nos dan las gracias al final (o antes) nos gustará y quizás hasta lo volvamos a hacer. Todo normal hasta ahora, pero qué pasa cuando no vemos un interés en la otra persona por lo que estamos compartiendo. Eso es una pregunta muy interesante.
Si no recibimos las gracias y encima nos damos cuenta que es por la falta de interés en el otro, entonces no querremos volver a compartir lo que sea que estemos compartiendo. Pero, para esto hay que observar varias cosas, como si estamos compartiendo algo sin que se nos pida o no, si alguien nos ha pedido que comparta eso o no, en fin.
Para cualquiera de los dos, siempre me enfatizaría por el compartir algo sin que se nos pida, solo por el hecho de querer compartir, solo porque quiero que alguien sea beneficiado por mi acción. De que él de las gracias o no tiene mucho peso, porque puede darla de muchas forma, o sea, no siempre puede ser de forma explícita:
Además de todo este rollo, está el caso en que sabemos que algo es muy, pero muy útil que al ser compartido estamos seguros que la gente correrá como moscas a la carne (moscas sin alas). Pues si, sabemos que eso es necesitado y que somos quien puede compartirlo nos alegra más, pensamos en cómo hacerlo llegar a los demás y un lote de cosas más. Lo triste es cuando, aun así, siento eso útil, nadie dice nada, a nadie le interesa y al final nos damos cuenta que eso duele.
Entonces, para evitar esto de compartir algo súper útil y morir en el intento de compartirlo, podríamos comenzar a buscar estrategias para hacer crecer el público remitente, y así, si a alguien no le interesa (se lo pierde) a otros si le gustará. Buena idea, ¿no? Hay que implementarla, el caso es... si es eficiente compartir el conocimiento de la forma dirigida a un público con alto porcentaje de necesidad pero con pocos miembros o compartirlo a todo el que se cruce por el camino, o sea público en general, pero con un porcentaje de necesidad muy bajo (o impredecible). Esto es lo que trama, porque muchas veces sólo podemos compartirlo una sola vez, no hay oportunidad para hacerlo de manera dirigía y dispersa, la misma información.
La verdad, es que la idea de lanzarlo como red de pesca hacia río de aguas revueltas es muy considerable. El pensar que puedes hacer que tu propuesta sea vista, escuchada, leída por varias personas te da la esperanza de que a más de uno le gustará. Triste si a nadie le gusta. Pero la opción de compartirlo con un publico especial tiene sus riesgos. En primero lugar, deberéis analizar si ese publico es el adecuado, porque si estás haciendo las cosas mal desde el comienzo no vais a llegar a ningún lado. Luego, evaluar que porcentaje de personas (hacer una estimación o un estudio como la ciencia manda) podrían leer, escuchar o ver lo que vais a compartir. En tercer lugar, (aunque creo que esto debería ser segundo) está analizar si lo que compartirás es realmente útil para ese público. Y para finalizar, está saber enviar la información porque esto influye mucho, es como la portada de un libro, ya que si tienes una mala presentación inicial, muchos ni se interesarán. Otra última cosa, (son dos últimas cosas) es que después de todo, está en nuestras manos queda decidir si sí o no, si compartirlo con ellos o mejor tomar la alternativa de compartir a lo loco a quien le caiga, jenfin.
Espero que esto le sirva para prosperar, y no abstenerse a compartir algo bueno porque a nadie le importa (nadie de los que vos tenés como público remitente). La verdad, deberíais leerlo más atentamente, otra vez, porque si yo lo leyera haría caso.
Si no recibimos las gracias y encima nos damos cuenta que es por la falta de interés en el otro, entonces no querremos volver a compartir lo que sea que estemos compartiendo. Pero, para esto hay que observar varias cosas, como si estamos compartiendo algo sin que se nos pida o no, si alguien nos ha pedido que comparta eso o no, en fin.
Para cualquiera de los dos, siempre me enfatizaría por el compartir algo sin que se nos pida, solo por el hecho de querer compartir, solo porque quiero que alguien sea beneficiado por mi acción. De que él de las gracias o no tiene mucho peso, porque puede darla de muchas forma, o sea, no siempre puede ser de forma explícita:
hey, gracias por lo que compartiste conmigo ayer. Es muy informativo.También puede ser implícito:
Mmm... me gusta, así podré hacer lo que tanto me rayó. Wow, ¡súper!Ya podéis ver, esto es variables. Ahora, si notamos que le ha servido, nos sentiremos bien porque sabremos que lo que hicimos estaba bien y era tan útil que alguien se benefició y su vida redujo un poco el nivel de dificultad. En resumen, con tal de que alguien lo use, significa que eso funciona, sirve, es útil, etc. Por lo tanto quien compartió eso es útil. Todos felices, hasta ahora, porque lo que viene es cuando compartimos algo y a nadie le interesa, ni siquiera alguien lo usa y solo lo vemos allí no más. Si notamos que a nadie le importa o que nadie lo ve útil, quizás nos deprimamos, y pensemos que no servimos para nada (ya sabes, cosa típica).
Además de todo este rollo, está el caso en que sabemos que algo es muy, pero muy útil que al ser compartido estamos seguros que la gente correrá como moscas a la carne (moscas sin alas). Pues si, sabemos que eso es necesitado y que somos quien puede compartirlo nos alegra más, pensamos en cómo hacerlo llegar a los demás y un lote de cosas más. Lo triste es cuando, aun así, siento eso útil, nadie dice nada, a nadie le interesa y al final nos damos cuenta que eso duele.
Entonces, para evitar esto de compartir algo súper útil y morir en el intento de compartirlo, podríamos comenzar a buscar estrategias para hacer crecer el público remitente, y así, si a alguien no le interesa (se lo pierde) a otros si le gustará. Buena idea, ¿no? Hay que implementarla, el caso es... si es eficiente compartir el conocimiento de la forma dirigida a un público con alto porcentaje de necesidad pero con pocos miembros o compartirlo a todo el que se cruce por el camino, o sea público en general, pero con un porcentaje de necesidad muy bajo (o impredecible). Esto es lo que trama, porque muchas veces sólo podemos compartirlo una sola vez, no hay oportunidad para hacerlo de manera dirigía y dispersa, la misma información.
La verdad, es que la idea de lanzarlo como red de pesca hacia río de aguas revueltas es muy considerable. El pensar que puedes hacer que tu propuesta sea vista, escuchada, leída por varias personas te da la esperanza de que a más de uno le gustará. Triste si a nadie le gusta. Pero la opción de compartirlo con un publico especial tiene sus riesgos. En primero lugar, deberéis analizar si ese publico es el adecuado, porque si estás haciendo las cosas mal desde el comienzo no vais a llegar a ningún lado. Luego, evaluar que porcentaje de personas (hacer una estimación o un estudio como la ciencia manda) podrían leer, escuchar o ver lo que vais a compartir. En tercer lugar, (aunque creo que esto debería ser segundo) está analizar si lo que compartirás es realmente útil para ese público. Y para finalizar, está saber enviar la información porque esto influye mucho, es como la portada de un libro, ya que si tienes una mala presentación inicial, muchos ni se interesarán. Otra última cosa, (son dos últimas cosas) es que después de todo, está en nuestras manos queda decidir si sí o no, si compartirlo con ellos o mejor tomar la alternativa de compartir a lo loco a quien le caiga, jenfin.
Espero que esto le sirva para prosperar, y no abstenerse a compartir algo bueno porque a nadie le importa (nadie de los que vos tenés como público remitente). La verdad, deberíais leerlo más atentamente, otra vez, porque si yo lo leyera haría caso.
Feliz cumpleaños Google que sigas cumpliendo :D
Y así pasan las cosas, hoy no es un día cualquiera porque hoy cumple años Google, el buscador de páginas de Internet más grande e interesante que nunca antes existió. Si señores, Google y todos sus servicios, (Gmal, Youtube, Calendar, Patentes, Doodle) que forma la integridad de Google están en teoría cumpliendo 17 años.
Google cumple hoy esa edad y me impresiona que hace poquito yo cumplí 17 años, o sea, que soy mayor que Google por 9 días y aún así Google tiene más experiencia que yo :P
Bueno, esperamos que Google madure y no se deje influenciar por personas u organizaciones que intenten aprovecharse de él para robar información a los usuarios que feliz de la vida acceden a el buscador para realizar tareas, investigación, vagar, etc. Y una última cosa, es que Google siempre ha estado allí y nos ha aguantado las constantes búsquedas y lo mal que le hemos tratamos cuando no encontramos lo que queríamos, muchas felicitación y Bye Bye.
Es raro que hoy sea la superluna y Google cumpla años :O
Con la tecnología de Blogger.